A la llegada

El aeropuerto de llegada posiblemente sea el JFK que está en el barrio de Jamaica dentro del condado de Queens a 20 kilómetros de Manhattan. Tendréis que pasar el control policial de aduanas donde no os desesperéis e intentad ser muy pacientes y condescendientes ya que la policía no tiene mucho sentido del humor. Os harán poneros en unas filas donde os irán llamando para haceros una foto y tomaros una huella digital, hacedlo sin rechistar y sin protestar. Espero que vuestro nombre y apellido no sea muy común porque sino es posible que os metan en un cuarto para comprobar no sé qué y al cabo de media hora sin haberos preguntado nada, ni dicho nada os soltarán del cuarto.

Para llegar a Manhattan tenéis dos formas de hacerlo, una es a través de taxis y otra con el metro. La primera opción sale unos 50 dólares (45 que marca el taxímetro más la propina, que siempre hay que dejar sobre el 10% o el 15%) y la otra es más barata, pero tarda sobre una hora larga en llegar. Para esta segunda opción tendréis salir de vuestra Terminal del aeropuerto y coger un tren hasta la entrada a la zona del metro, que se llama Jamaica Station, al salir en Jamaica Station es cuando pagáis el tren. Y una vez en Jamaica os compráis el billete de metro, que podéis aprovechar y ya comprar un bono para toda la semana.

Mi opinión es que si llegáis muy cansados y tarde os vayáis en taxis, incluso hay taxis monovolúmenes (son pocos, pero los hay) y aprovecháis para ir viendo la ciudad en coche.